¡Hola a todos!
Somos Prado y Guillaume. Nos gustaría presentarnos brevemente para que nos conozcais un poquito y entendáis de donde salió nuestra idea del viaje a Patagonia.
Guillaume y yo, somos una pareja amante de las bicicletas. Guillaume está enamorado de ellas prácticamente desde que nació y me ha transmitido su pasión durante los 3 años que llevamos juntos. En Canadá, un día no es un día normal si no utilizamos nuestra bicicleta, vamos a trabajar, a comprar, salimos por la noche, todo todo (lo hacemos) con la bicicleta, en este nivel nos podemos definir como usuarios diarios aunque sin ser grandes deportistas.
Hace unos meses que decidimos dejar nuestra vida en Montreal y regresar a España con los nuestros, así que ya que lo dejábamos todo, pensamos que la mejor opción era tomarnos unos meses a aquello que nos gusta llamar «transicion».
Yo queria ir a America del Sur y Guillaume queria hacer un viaje inolvidable en bicicleta, así que de allí surgió la idea…nos vamos a la Patagonia!
Objetivo inicial, Ruta Austral y Tierra del Fuego, de Puerto Montt en Chile a Usuahia en Argentina.
El 5 de Enero salimos en nuestro primer viaje de larga distancia (en bicicletas); desde Puerto Montt… y oficialmente pasábamos a ser cicloturistas!!!
Nuestras piernas habian tenido poco entrenamiento, tan solo los 20 km diarios de ida y vuelta al trabajo, y sin embargo mentalmente estabamos listos para la aventura.
La primera etapa que hay que afrrontar es la Carretera Austral en Chile (desde Puerto Montt a Villa O’Higgins)
Para los que no estéis familiarizados con la zona, esta carretera fue construida en los años 80 para comunicar la región mas al sur de Chile y atraer a miles de aventureros cada año, que huyen de las grandes aglomeraciones.
Durante las más de 1200 km que hemos recorrido (1000 de ellos sin pavimentar) hemos visto algunos de los paisajes más dramáticos del mundo, con vida silvestre, glaciares, montañas, lagos, ríos y todo en condiciones inalteradas, lejos de la mano del hombre. Así que a día de hoy nos quedan unos 240 km para terminarla y las impresiones son todas buenas.
Habíamos leído que la carretera Austral era uno de los caminos mas espectaculares de Sudamérica y uno de los 10 caminos más recomendados para cicloturistas, y una vez dentro entiendes rápidamente el por qué, y vas encontrando a tu alrededor decenas y decenas de ciclistas que hacen la misma ruta. La mayoría de los ciclistas realizan esta ruta de norte a sur, y si lees un poquito entenderás que debido a la dirección habitual del viento es la ruta mas recomendada. Si estás fuerte y quieres encontrarte poca gente en tu dirección entonces de sur a norte es tu mejor opcion.
Desde Puerto Montt avanzamos hacia el sur bordeando la costa durante 45 km (aproximadamente 30 de pavimento) hasta llegar hasta Caleta La Arena donde cruzamos en un pequeño ferry hasta la Caleta Puelche. La primera noche de camping la pasamos en Contao, y al día siguiente llegada a Hornopiren despues de un día muy duro de subidas y bajadas con un ripio horrible para cicloturistas novatos. La llega a Hornopiren es increíble… volcanes, montañas que nos esperan mientras bajamos viendo el mar. Este día fue el mejor ejemplo de que se puede olvidar la fatiga acumulada durante horas en tan sólo un segundo.
Allí tomamos una barcaza para ir a Chaiten… cuidado si piensas hacer el mismo trayecto, te recomendamos reservar la barcaza en Puerto Montt o te quedarás en tierra durante unos cuantos días.
Chaiten es un pueblo conocido por la desgracia ocurrida hace casi 3 años donde la erupción del volcan con el mismo nombre, provocó la evacuacion y reubicación completa de toda la población. El gobierno chileno no quiere que se ocupe más este pueblo, pero los antiguos habitantes regresan poco a poco a la ciudad aunque no hay ni agua corriente, ni electricidad. Merece la pena recorrer las calles fantasmas de este pueblo e intercambiar conversaciones con los comerciantes que regresan en verano para vivir del poco turismo que queda en la zona. Impresionante.
En una segunda etapa partimos desde Chaiten, siempre siguiendo la Ruta 7 al sur (imposible perderse) con camping al lado del magnifico glaciar Yelcho. Personalmente, yo nunca había visto un glaciar en mi vida y este glaciar es perfecto para un primer abreboca de todos los glaciares que nos esperan de camino al sur.
Atravesando uno de los puertos más difíciles que hemos hecho durante estas semanas, pasamos por Villa Santa Lucia y aproximadamente a 150 km de Chaiten llegamos a la Junta donde llegan viajeros de paso que vienen de Chaiten o que acceden a la Patagonia Chilena desde Futaleufu en Argentina.
Los 44 km de la Junta a Puyuhuapi nos traen una ruta facil y la entrada norte al Parque Nacional Queulat pedaleando al lado del lago Risopatron en una carretera estrecha, llena de subidas y bajadas rodeados de Nalcas (o lechugas gigantes como nosotros les llamamos)… ¡Precioso!
Puyuhuapi es un pequeno pueblo perfecto para hacer noche antes de afrontar el gran paso del parque Queula, pero acuérdate, no acampes en la playa o puedes salir nadando.
Unos 30 km despues de Puyuhuapi empezamos a nivel 0 para ascender casi 600 metros de desnivel y descubrir que las fuerzas no se encuentran en nuestras piernas, sino en nuestras cabezas. Poco a poco conseguimos conquistar la cima. Que orgullo y que alegría cuando a tu ritmo puedes llegar a uno de los puntos claves del viaje. Los coches y motos que nos han adelantado han sido pocos pero todo el mundo nos gritaba, animaba y hacia signos que nos ayudaban a seguir. La mejor parte fue encontrarse a dos cicloturistas alemanes bastante expertos, que nos miraban como si estuvieramos locos por elegir la Patagonia como nuestro primer destino.
Hay mucha gente que dice que bajar es más fácil que subir pero en ciertas ocasiones bajar es complicado, ese día sentí que mis frenos quemaban y es que la bajada era exigente para nuestras condiciones fisicas y para una bici cargada hasta arriba. Guillaume siempre a mi lado podría llevar un ritmo mas dinámico pero nos hemos adaptado bien y hemos encontrado una velocidad que nos conviene a los dos.
Creo que recordaré toda mi vida el momento en el que llegamos al final de la bajada donde terminaba el magnifico parque Queulat y llegamos al cruce con Puerto Cisnes, allí por arte de magia empieza el pavimento. No lo sabía, empece a llorar de alegría.
Después de un dia de descanso para nuestras piernas y sobre todo para nuestro culete (el ripio no ayuda!) continuamos rumbo a Villa Amengual donde el tiempo no acompaño demasiado y no pudimos apreciar la cadena de montañas que rodea y protege a esta pequena población. Los siguientes 134 km hasta Coyhaique nos trajeron maravillosas imagenes de postal y de nuevo cambios en la vegetacion, reemplanzado las Nalcas por el bambú.
A la llegada a Coyhaique paramos en el Mirador Marchant para echar un vistazo a la ciudad y en ese momento nos dimos cuenta que habiamos estado aislados de la realidad porque aquella pequena población de 50000 habitantes nos parecía gigante. En ese momento nos encontramos nuevamente a los turistas alemanes, me pude reír mucho cuando me miraron y me preguntaron si habia tomado un autobús… «¡¡¡claro que no!!!» dijimos orgullosos de nuestro ritmo
En nuestra llegada a Coyhaique habiamos pedaleado durante tan solo nueve dias pero parecía que llevaramos en la Patagonia toda nuestra vida.
Nuestro viaje está basado en una frase: «el plan es que no hay plan» y en una sola filosofia: ¡DISFRUTAR!
La proxima vez os contaremos el camino de Coyhaique a Villa O’Higgins y nuestro paso a Argentina.
Nos vemos!
Prado y Guillaume.